18 de octubre de 2011

Si le prendes fuego a una persona, no puedes esperar que si sobrevive, no lleve consigo las cicatrices. No puedes esperar que después de eso, esa persona quede como antes. No. Se asemejará más a un monstruo que a un ser humano. Pero no fue su culpa. No fue su culpa que el fuego la deformara. ¿Entiendes? Trato de decirte que el mundo no se divide en buenas y malas personas. Trato de decirte que las personas son mucho más complejas que eso. El amor hace que las personas sean mejores… las llena, y hace que al estarlo, esas personas quieran compartir con otros lo que sienten. La falta de amor hace lo contrario: seca a las personas por dentro, las hace sangrar y agonizar en vida…las deforma…las distorsiona. Finalmente, acaba con ellas. Si te soy sincera, no me gusta que me hablen o sean amables conmigo porque sienten que deben hacerlo. Me gusta que la gente que me rodea esté allí porque quiere, no por estas circunstancias. Podría haberme callado mis intenciones y no decirte nada de esto, pero no lo considero justo. Porque voy a pelear con todas mis armas por ti. ¿Comprendes?

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