“- ¿De qué tienes miedo?- pregunta.
- Tienes que entender que yo solo quiero ser feliz-
apenas puedo pronunciar las palabras. Mi mente es una neblina, está llena de
humo, no existe nada más que sus dedos bailando y deslizándose sobre mi piel,
por mí pelo. Ojalá pudiera parar. Deseo que continúe para siempre-. Solo quiero
ser normal, como todo el mundo.
-
¿Estas segura de que ser como todo el mundo te va a hacer feliz?
El más tenue susurro, su aliento en mi oído y en mi
cuello, su boca rozando mi piel. Y entonces pienso que tal vez me haya muerto
de verdad. Quizá el perro me mordiera y me golpearan en la cabeza y todo esto
sea solo un sueño. El resto del mundo se ha disuelto. Solo queda él. Solo quedo
yo. Solo nosotros.
- No conozco otro modo.
No noto que mi boca se abre, no siento las palabras que
salen, pero ahí están, flotando en la oscuridad.
- Déjame que te muestre- dice.
Y entonces nos besamos…”
No hay comentarios:
Publicar un comentario